Esto es lo que me encontré
No es el primer mail (y desgraciadamente no será el último) con este tipo de contenido que me envían al correo. Pero si ha sido, con diferencia, el que más me ha impactado.
Al terminar de verlo, lo único que tenía en mente era conocer la causa de tal brutalidad, el contexto en que esa “animalada” había tenido lugar.
Probablemente muchos hayáis visto el video hace ya tiempo, puesto que tiene unos cuantos años. Pero lo que en él ocurre, es algo que sigue pasando hoy en día.
Para los que no lo hayáis visto, o si, pero queráis saber un poco más de todo esto, aquí os dejo este post.
El video forma parte de una investigación encubierta (2004), de 18 meses, realizada por la Human Society de EEUU con la colaboración del periodista alemán Manfred Karreman. El lugar elegido para llevarla a cabo, China (concretamente las ciudades de Beijing, Hebei, Heilongjiang y Henan), ya que constituye la mayor fuente mundial de pieles de perro y de gato.
La industria de piel china se ha desarrollado enormemente en los últimos 12 años; debido a la existencia de mano de obra barata, muchos de los comerciantes internacionales de piel, diseñadores y fabricantes han mudado su negocio a este país, lo que, unido a la falta de regulación restrictiva con respecto al tratamiento de los animales, ha hecho que China se convierta en el mayor exportador de pieles del mundo.
La mayoría de los animales de los que proviene la piel, son robados o criados en granjas. En estas granjas situadas mayoritariamente al Noroeste del país (el clima frío de la zona favorece la calidad de las pieles), los animales sobreviven en pésimas condiciones: sin luz, sin agua, sin comida, expuestos e elevadas temperaturas y rodeados de cadáveres. También es común que las familias críen sus propios perros o gatos, y los maten durante el invierno para vender sus pieles en el mercado local, que vende y compra abiertamente, como otro producto más, las pieles de estos animales.
Llegado el momento, son transportados en jaulas o sacos, hasta el matadero. Una vez allí, en el caso de los perros, son apaleados hasta el atontamiento, momento en el que, estando aún vivo el animal, se le arranca la piel. Los gatos no tienen mejor suerte. O bien se les ahorca o bien son colgados de un cable mientras se les introduce agua hasta que se ahogan. Muchos siguen vivos mientras se les arranca la piel.
Si bien, las prendas acabadas encuentran compradores dentro del país, el éxito del negocio de las pieles, reside en la exportación de las mismas. Según la investigación, compradores de países como EEUU, Francia, Italia, España o Gran Bretaña, asisten a las casas de subastas en busca de este preciado bien.
Los investigadores estimaron que anualmente mueren dos millones de perros y gatos, y sus pieles son usadas especialmente en ropas (abrigos, chaquetas, sombreros, gorros), adornos y aplicaciones de piel, e incluso, en muñecos de peluche.
Cuando muchos de nosotros miramos a uno de estos animales, vemos en él a una mascota, nuestro fiel compañero, al “mejor amigo del hombre”; cuando, compradores y vendedores que forman parte de este negocio, y asesinos como los que protagonizan este video, miran a uno de estos animales ven dinero y beneficios, ven comida, peluches y abrigos.
No olvidemos que China, al igual que muchos países recién salidos del comunismo, pretende entrar con fuerza en el mercado capitalista, con una máxima, hacer dinero a toda costa.
La manera de hacerlo, es lo de menos.
Esta idea la comparten, sin duda, todos aquellos que participan en el negocio desde sus países tan civilizados, tan democráticos, tan políticamente correctos, tan modernos, tan viciados por el ansia de hacer dinero que resultan verdaderamente repugnantes.